Los Residuos
Inorgánicos:
Gran parte de estos materiales se pueden reciclar y
recuperar, con lo cual vuelven a incluirse en la cadena productiva y de
consumo. De esta manera, se ahorra energía y se consumen menos materias primas.
Todo ésto contribuye al cuidado de la calidad ambiental.
El Papel y y el Cartón:
El papel no es basura, su reciclaje ahorra muchísima energía, reduce la tala de
árboles y evita la contaminación del agua. Los envoltorios y envases representa un 20% de lo que tiramos.
Los Plásticos:
Estos constituyen el 9% de la basura que generamos, y tienen una vida muy larga y son un gran
problema medioambiental, ya que la mayoría no se degradan. En los hogares se encuentran plásticos en muchos objetos. Ya ha comenzado a utilizar mas vidrio
que plástico para reducir la contaminación.
El Vidrio:
Los
envases retornables se pueden volver a usar muchas veces y a la vez, el vidrio se puede
recuperar.
La Chatarra:
Constituye el 3% de la basura doméstica. Hablamos de latas de acero y aluminio,
que suponen un perjuicio medioambiental por su largo tiempo de degradación. Su
reciclado abarata los costos de elaboración.
Los Productos Peligrosos:
En los productos de limpieza, los restos de pinturas, medicamentos y pilas encontramos productos altamente tóxicos. Estos productos necesitan una campaña de retiro específica
para evitar la contaminación de aguas y suelos, o guardarlos en envases que no se degraden.
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