Cuando se agotan o se queman, el mercurio se escapa y tarde
o temprano va a parar al agua. Por eso, cuando pensamos en desecharlas es
importante hacerlo con responsabilidad.
Nunca tirar las pilas a la basura junto a otros residuos
domiciliarios. Lo ideal es juntarlas y desecharlas en lugares adecuados para
que se reutilicen y sus componentes contaminantes afecten lo menos
posible.
Se recomienda que las guardes en un recipiente de vidrio, o
de plástico duro, bien cerrado y lejos del alcance de los niños.
Los municipios suelen tener direcciones para acercarlas de
manera personal o se puede coordinar su encuentro para retirarlas.
Tu medio ambiente también es el de todos los que lo
habitamos. Debemos cuidarlo todos.
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