Las tasas de aporte de algunos elementos son elocuentes: el
mercurio llega al océano a un ritmo dos veces y media superior al que sería
debido únicamente a factores naturales; el manganeso multiplica por cuatro
dicho ritmo natural; el cobre, el plomo y el cinc por doce; el antimonio por
treinta y el fósforo por ochenta.
Algunos de los metales pesados, como el mercurio y el plomo,
junto con el cadmio y el arsénico, son contaminantes graves, pues penetran en
las cadenas alimentarias marinas, y, a través de ellas, se concentran. Así, por
ejemplo, la enfermedad de Minamata –descubierta en los años 20 en la bahía
japonesa de mismo nombre- ha provocado, en Japón y en Indonesia, miles de
muertes y un número mucho mayor de enfermos con lesiones cerebrales.
La causa que la produjo fue el consumo de atún y otros peces
con contenidos elevados de mercurio procedente de los vertidos industriales de
aquella zona costera. Igualmente, productos químicos como el DDT y los PCB son
otros contaminantes químicos muy peligrosos.
El crecimiento de la contaminación en el agua solo ha hecho
que cada día más nos veamos afectados, ya que esta afectación hace que cada uno
de nosotros este desaprovechando este valioso recurso como lo es el agua, y si
no dejamos de botar basuras o desechos y si no hacemos algo suficientemente
importante que cambie la mentalidad de nuestra gente, nunca se va a lograr
llegar al objetivo por el que muchos de nosotros hemos tratado de luchar de
alguna manera así sea con un poco de lo que hemos aprendido sobre el cuidado
ambiental.
Arroja tu basura donde corresponde!!!
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