El estado de un cuerpo de agua depende de los niveles de
nutrientes y actividad microbiológica.
El ciclo de vida natural de un cuerpo de
agua involucra tres estados conocidos como niveles tróficos: oligotrófico
(concentración de nutrientes y actividad microbiológica bajas), mesotrófico
(concentración de nutrientes y actividad microbiológica moderadas) y eutrófico
(concentración de nutrientes y actividad microbiológica altas).
En la mayoría de lagos, ríos y corrientes de agua, la
producción de plantas está principalmente regulada por la disponibilidad de
fósforo.
Se verifica que los lagos que presentan un contenido de fósforo
elevado sufren un gran crecimiento de algas generando turbiedad en el agua y
produciéndose acumulaciones de algas sobre sus costas.
De igual forma, a largo
plazo también se favorece el crecimiento de vegetación con raíces. Por estos
motivos el estado trófico de los lagos y cursos de agua generalmente se expresa
en función de su concentración de fósforo.
Sin embargo, en algunos casos particulares,
como por ejemplo cuerpos de agua que se encuentran muy eutrofizados, los
niveles de fósforo pueden ser tan altos que el suministro de nitrógeno puede
llegar a ser el limitante de la producción vegetal.
El indicador de eutrofización más común es la presencia de
algas, en especial las del tipo cianobacterias.
Suelen producirse crecimientos
desmedidos de la población de algas, causando problemas antiestéticos y sobre
la calidad del cuerpo de agua.
Es muy común que durante los meses de invierno,
en que la temperatura del agua es baja y se tienen períodos de luz más cortos,
se produzca una disminución de la actividad fotosintética. Durante este tiempo
los nutrientes permanecen disponibles y se van acumulando.
Cuando los días se alargan y la temperatura aumenta, se
produce un incremento de la actividad microbiológica con un crecimiento
desmedido de la población de algas.
Este incremento continúa hasta que se
agotan los nutrientes del medio, produciéndose entonces la disminución de la
población de microorganismos.
La deficiencia de oxígeno causada por la
actividad microbiológica, desarrolla un ambiente reductor que produce la
solubilización de minerales y nutrientes que se encuentran presentes en los
sedimentos.