Nuestro planeta
posee 1386 000000 km3 de agua, de toda esa cantidad, el 3 % es agua dulce, y de
ese 3 % cerca del 70 % se encuentra en los casquetes polares y 30 % es
subterránea, quedando el 0,3 % para el consumo humano, de ese 0,3 el 98 % se
encuentra en lagos y pantanos, donde no toda la gente tiene acceso a ellos (30
% en los Grandes Lagos de África, 21 % en los Grandes Lagos y 20 % en el
Baikal), el 2 % es transportada por los ríos, donde el 70 % de sus suministros
es aprovechado para el riego, dejando aproximadamente el 0,00060 % solo para el
consumo humano.
El agua adecuada
para el consumo humano se llama agua potable, el agua que no reúne las
condiciones adecuadas para su consumo puede ser potabilizada mediante purificación,
filtración o mediante otros procesos fisicoquímicos.
La población
mundial ha pasado de 2630 millones en 1950 a 6671 millones en 2008. En este
periodo (de 1950 a 2010) la población urbana ha pasado de 733 millones a 3505
millones. Es en los asentamientos humanos donde se concentra el uso del agua no
agrícola y donde se contraen la mayoría de las enfermedades relacionadas con el
agua.
Ante la dificultad
de disponer de agua potable para consumo humano en muchos lugares del planeta,
se ha consolidado un concepto intermedio, el agua segura como el agua que no
contiene bacterias peligrosas, metales tóxicos disueltos, o productos químicos
dañinos a la salud, y es por lo tanto considerada segura para beber, por lo
tanto, se emplea cuando el suministro de agua potable está comprometido.
Es un agua que no
resulta perjudicial para el ser humano, aunque no reúna las condiciones ideales
para su consumo.
Por diversos
motivos, la disponibilidad del agua resulta problemática en buena parte del
mundo, y por ello se ha convertido en una de las principales preocupaciones de
gobiernos en todo el mundo.
Actualmente, se
estima que alrededor de mil millones de personas tienen un deficiente acceso al
agua potable. Esta situación se agrava por el consumo de aguas en malas
condiciones, que favorece la proliferación de enfermedades y brotes epidémicos.
La mala calidad el
agua y el saneamiento irregular afectan gravemente el estado sanitario de la
población; solo el consumo de agua contaminada causa 5000000 de muertes al año,
según informes de las Naciones Unidas, que declararon 2005-2015 la "Década
de la acción".
La OMS estima que
la adopción de políticas de agua segura podría evitar la muerte de 1400000
niños al año, víctimas de diarrea, 50 países, que reúnen a casi un tercio de la
población mundial, carecen de un adecuado suministro de agua, y 17 de ellos
extraen anualmente más agua de sus acuíferos de la que puede renovarse
naturalmente.
La contaminación,
por otra parte, no solo contamina el agua de ríos y mares, sino los recursos
hídricos subterráneos que sirven de abastecimiento del consumo humano.
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